miércoles, 19 de septiembre de 2007

El manejo de las preocupaciones

El manejo de las preocupaciones.

Lo único que no pueden hacer los individuos que se preocupan constantemente es seguir el consejo que suele darseles "deja de preocuparte".

Primer paso conciencia de uno mismo, captar los episodios inquietantes lo más pronto posible, idealmente en cuanto la fugaz imagen catastrófica dispara el ciclo preocupación ansiedad. Es decir controlar las claves de la ansiedad, aprendiendo a identificar situaciones que disparan la preocupación, o las imágenes y pensamientos fugaces que inician esa preocupación, así como las sensaciones de ansiedad que se producen simultáneamente. Con la práctica, la gente puede identificar las preocupaciones cada vez más pronto. También aprende métodos de relajación que puede aplicar en el momento en que se da cuenta de que comienza la preocupación, y practicar el método de relajación diariamente para ser capaz de usarlo en el momento, cuando más lo necesita.

Sin embargo, el método de relajación por sí solo no es suficiente. Las personas que se preocupan de manera constante también necesitan desafiar activamente los pensamientos inquietantes; si esto no ocurre, la espiral de la preocupación vuelve a comenzar.

Segundo paso, consiste en adopta una postura crítica con respecto de las suposiciones: ¿Es muy probable que el acontecimiento temido se produzca? ¿Se trata necesariamente de que solo hay una o ninguna alternativa de permitir que ocurra? ¿Existen pasos constructivos que puedan darse? ¿Realmente sirve de algo volver sobre estos mismos pensamientos ansiosos una y otra vez?

Cuando se permite que una preocupación se repita una y otra vez sin ser desafiada, aumenta su poder de persuasión; desafiarla contemplando una gama de puntos de vista igualmente plausibles impide que la única preocupación sea tomada ingenuamente como verdad.

Lo otro sería recurrir a los medicamentos.

DANIEL GOLEMAN
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

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