lunes, 3 de septiembre de 2007

"Esfuercese en entrar por la puerta estrecha".

“Esfuércense en entrar
por la puerta estrecha”



Dijo en otra ocasión: “El Reino de los cielos padece violencia y solamente lo alcanzan los audaces”.
Toda empresa supone esfuerzo, inteligencia, perseverancia, para lograr el triunfo; es una cumbre y pide el esfuerzo de los valientes, de los esforzados, los perseverantes.
La gran empresa de la propia salvación pide, primero, fe. “El que crea y se bautice, se salvará” (Marcos 16, 16).
En una parábola, un rey que invitó a las bodas de su hijo, exigió que usaran traje de boda, a los que se presentaran en el salón de la fiesta.
El desprendimiento, la pobreza de espíritu, la confianza, la docilidad, la sencillez, han sido vestiduras de muchos santos. De nada sirven los tesoros, que son codicia de los ladrones y alimento de la polilla. Las riquezas materiales son, a veces, obstáculo al intentar el ingreso por la puerta estrecha, como también lo impiden la molicie, la codicia, la soberbia.

Pbro. José R. Ramirez

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