martes, 18 de septiembre de 2007

CONOCETE A TI MISMO

Según cuenta un antiguo relato japonés, un belicoso samurai desafió
en una ocasión a un maestro zen a que explicara el concepto de cielo
e infierno. Pero el monje respondió con desdén: "No eres más que un
patán. ¡No puedo perder el tiempo con individuos como tú!".

Herido en lo más profundo de su ser, el samurai se dejo llevar por
la ira, desenvaino su espada y gritó: "Podría matarte por tu imper-
tinencia".

"Eso", respuso el monje con calma, "es el infierno".

Desconcertado al percibir la verdad en lo que el maestro señalaba
con respecto a la furia que lo dominaba, el samurai se serenó, envaino
la espada y se inclinó, agradeciendo al monje la lección.

Y "Eso", añadió el monje, "Es el cielo".

El súbito despertar del samurai a su propia agitación ilustra la
diferencia crucial que existe entre quedar atrapado en un sentimiento
y tomar conciencia de que uno es arrastrado por él.


DANIEL COLEMAN
LA INTELIGENIA EMOCIONAL

No hay comentarios: